Iluminación frontal: al no haber sombras, el centro de atención es la persona en si. Iluminación trasera: se crea simplemente una silueta, lo que define la forma. Creando una sensación de distancia entre el fondo y la persona. Iluminación desde abajo: en el rostro e la persona se crean muchas sombras, por lo que se produce una sensación de miedo y oscuridad. Iluminación desde arriba: marca todas las facciones de nuestro rostro Iluminación lateral izquierdo: las sombras se acentúan, por lo que se crea un contraste de luz. destacando la parte del rostro donde este posicionada la luz. Iluminación lateral derecho: las sombras se acentúan, por lo que se crea un contraste de luz. destacando la parte del rostro donde este posicionada la luz.
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